martes, 31 de julio de 2018

Carola Urrejola responde a Fernando Villegas

Por El Dínamo 21 de agosto de 2018


En una comentada entrevista, la periodista de T13 Radio, Carolina Urrejola, se refirió al debate instalado desde hace ya un tiempo en nuestro país respecto al acoso callejero y, particularmente, los piropos.
En entrevista con La Segunda, la ex conductora de T13 Tarde aseguró que “no me gustan (los piropos). Solo la gente que conozco, porque me dan pudor. Porque son invasivos“.
Bajo este mismo contexto, abordó las declaraciones que Fernando Villegas entregó hace unas semanas, cuando un grupo de mujeres lo acusó de acoso y maltrato laboral. En su defensa, el ex Tolerancia Cero aseguró que estaba haciendo lo que todos los chilenos hacían, que era “echar la talla”.
Al respecto, Urrejola sostuvo que las palabras del sociólogo son “misóginas” puesto que “cuando echas la talla a costa de las mujeres, no es chistoso. Yo soy súper intolerante con los chistes groseros. Y no significa que no tenga humor. El meme grotesco en el grupo de trabajo no corresponde. No es que sea densa, pero no todo el mundo se ríe de las mismas cosas y eso hay que respetarlo“.
Fue ahí cuando recordó el episodio vivido con Villegas donde tuvo que “desplegar una serie de estrategias”. Al diario recordó que “¡por Dios que hemos tenido que crear un repertorio de reacciones! Anticipándonos al lacho, al abusador, el aprovechador, el libidinoso… Uno se encuentra con todos estos personajes. Dudo que haya una sola mujer que no haya vivido alguna situación de acoso”.
“Cuando yo era adolescente, mi mejor amiga vivía muy cerca y cuando caminábamos medio oscuro, nos poníamos una llave empuñada entre los dedos. ¡Eso a un hombre ni se le ocurre!”, agregó.

lunes, 30 de julio de 2018

Fernando Villegas responde a Baradit

Fernando Villegas responde a Baradit tras acusar que su último libro es un "plagio rasca"


El libro Chile, una historia casi secreta recién está saliendo al mercado y ya está causando polémica en Chile. Esto luego que el escritor Jorge Baradit acusara que la publicación del sociólogo Fernando Villegas es un “plagio rasca”.
Baradit ocupó su cuenta de Twitter para opinar del libro, con un evidente tono de ironía en sus palabras. Tras eso, se generaron opiniones mixtas de los cibernautas respecto a su obra estrella Historia secreta de Chile.
En la oportunidad, un usuario aseveró que Baradit plagió a Gastón Soublette sobre los símbolos patrios como La Estrella de Chile, que se publicó en 1894. Otra persona lo tildó de “narcisista” por creerse “el referente de los Chilenos en la historia de la patria”.
No obstante, algunos seguidores apoyaron la idea del historiador, sosteniendo esta sólo era una crítica por el nombre del libro. Incluso, otra persona señaló que Villegas se estaba “subiendo al carro de la victoria”.
Este jueves, BioBioChile conversó con Fernando Villegas sobre esta polémica, quien se mostró sorprendido y se tomó con humor los dichos de Baradit en Twitter.
En primer lugar, el sociólogo aseveró que su libro constituye una historia creada a través de personas desconocidas de la historia de Chile, los cuales fueron obtenidos en conversaciones y tras un largo proceso.
Es una historia, creada a través de personajes poco conocidos para nosotros, por eso elegí ese título, ya que se narran hechos muy importantes que muchas personas desconocen o tienen muy poca información”.

Respecto a los dichos de Baradit en Twitter, Villegas sostuvo que no se trata más que de una “tontera” del historiador, asegurando que “no ha leído una sola página del libro como para ponerse a opinar”.
“En este caso basta con ponerse a leer los primeros párrafos para darse cuenta que las cosas que dice él (Baradit) son totalmente falsas. Aquí se aborda la historia desde personas que no fueron famosas en su momento”, señaló.
El panelista del programa de televisión Tolerancia Cero agregó que, como el libro aún no sale a la venta, es imposible que el escritor haya leído su contenido, por lo que su crítica viene del análisis que hace del título del libro.
En el título uno puede notar que ni la palabra Chile, ni la palabra historia, ni la palabra secreta le pertenecen a este señor (Baradit), por lo que nuevamente está hablando por hablar”, expresó.
Para cerrar, Villegas le bajó el perfil a los dichos del autor de Kalfukura, indicando que sus comentarios incluso le van a ayudar a vender más copias de su libro.
“Agradezco toda esta ‘cadena’ que logró el señor Baradit con sus dichos, porque me ayuda mucho a promocionarlo y venderlo de mejor manera. Le voy a mandar un ramo de flores como agradecimiento”, cerró.
Cabe señalar que Chile, una historia casi secreta saldrá a la venta por internet desde el próximo lunes, con un valor de $5.900.

Jueves 29 marzo de 2018 

miércoles, 11 de julio de 2018

Cero a la izquierda


No hay una cohesionada y consensuada columna de creyentes en el proceso hacia Tierra Santa y / o la recuperación de la democracia, sino dos países en la misma zona.



Despejadas de la primera vuelta, más allá de las cifras, menor o menor impacto del aerolínea generacional -como el que se anota el dinosaurio este año y no pocos carcamales- constituido por el Frente Amplio y el cómo perdedores caerían en los afectuosos brazos de Guillier, así como en menos de una hora como hicimos el locuaz ME-O en menos de un día como hicimos el DC aún agitando los harapos de su versión particular de la ética y la "resiliencia", Cabe destacar el resultado de la segunda vuelta en Chile, en el camino, en el camino a los caminos divergentes, en el caso de perdición y en el papel de la salvación o el acaso, según se dice, en el avance o en el retroceso. ¿Qué es lo que en el país está dividido? En dos mitades irreconciliables, lo que en teoría implica un enfrentamiento radical y por tanto decisivo, se espera que el vencedor pueda ser el más acertado. a la adecuada. Es la esperanza, la promesa y la ilusión de todas las Grandes Marchas. Sólo si hay un movimiento para llegar a un destino y un ser humano para hacer la idea de que será para el Paraíso, no al Infierno. Sin embargo, no puedo ser mejor que el país. Puede ser que para esa bifurcación no se dé un paso hacia ningún lado. Es lo que sucede cuando hay un conflicto. En situaciones así, los adversarios se inmovilizan como en una presa de lucha libre. En este caso, el inmovilismo podría venir en dos versiones: en una de ellas el ganador -Piñera– sabe adónde está pero no puede hacerlo debido a la resistencia del otro; en la segunda versión el victorioso -Guillier- está en condiciones de marchar, pero no sabe realmente adónde. En ambos casos el resultado es el Infierno ni el Paraíso, sino el Limbo político. Es la parálisis.

Futuro 
Por esa razón, no en el futuro del país quien sea gane en segunda vuelta. "Futuro promisorio" no significa próspero o boyante, sino sólo promete poder serlo; Lo promisorio ofrece una probabilidad razonable de un buen final, pero no garantiza nada. Aun así, siempre se espera que se despierte el único hecho de moverse; El cambio de sitio suele dar la sensación de crear la ilusión de estar abandonando un mal punto del espacio-tiempo y estar aproximando a uno mucho mejor. ¿Qué es esto? ¿Cuáles son las ideas? que aparezcan. Son esas circunstancias y estados anímicos que hacen "promisorio" el camino o el futuro que tengamos por delante. Eran las condiciones que predominaron después del triunfo de Patricio Aylwin.

Divisiones asimétricas
Pero hoy no se cumple ninguna de estas condiciones. No hay una cohesionada y consensuada columna de los creyentes en el proceso hacia Tierra Santa y / o la recuperación de la democracia, sino dos países en la misma ciudad. Se ha convertido en un mito y para algunos incluso despreciables, los "acuerdos". El país vive la clase de los momentos, el penúltimo ocurrió en 1970, cuando los bandos se adaptó y se mantuvo en el modo fundamentalmente distinto al de la imposibilidad de ser infructuosas o son insuficientes. Llegó las cosas a ese punto, ya sea predominar la lógica de la guerra total: imponerse al enemigo -ya no hay más adversario-, anularlo, despojarlo de todo el poder y llegado el caso de aplastarlo. Es la lógica que se manifiesta desnudamente el candidato Artés en su campaña.

Hay más; A diferencia del año 1970, los rivales no son equivalentes en términos de tener, AMBOS, la claridad acerca de qué desean lograr y si es necesario, imponer. El sector que lo acompaña a Piñera ya Kast sabe perfectamente lo que NO quiere y también lo que SÍ quiere: mantenernos en el caso de Kast con algunos "extras" - quiere encarrilar al país más y menos en la dirección que la traía durante los años de la concertación. En el sector que votó por Guillier o Sánchez o Navería o Arte o Minería es una tumultuosa y una variante. Lo que NO quiere, pero no lo que SÍ quiere, descontando el cálculo el pedestre deseo -que todos los deseos por igual- de seguir disfrutando o comenzar a disfrutar del poder y el privilegio. Tal es la naturaleza del "progresismo", el nombre de que se ha bautizado a sí mismo, esta misma eduación llena de rechazos a lo que existe y llena de presunción y, peor aún, confusión, acerca de qué debiera existir; Es la suya una condición que las duras penas oculta su precariedad y obsolescencia intelectual con los gastados acordes de una momificada retórica y muchas alardes adolescentes. Se trata de un mal que se refiere tanto a un conjunto como a cada una de sus partes.

Para aumentar aún más la dificultad que se enfrentará para mover el país hacia alguna parte, el sector progresista -gracias al Alto Auspicio del gobierno- capturó el aparato del estado en un grado como nunca antes se ha visto, controla la mitad del Congreso, domina por intermedio del Partido Comunista los principales gremios laborales e influir con irresistible fuerza en las universidades y en los colegios, los sitios donde una nueva generación, repitiendo sin saber una manera de medio siglo de antigüedad, has ensayado debida y prolongadamente los protocolos de la disidencia Las protestas, las tomas, las funas, las marchas, las huelgas, los paros y todas las demás exquisiteces del repertorio revolucionario adolescente-juvenil.

Parálisis
Todo eso es augura una irremediable parálisis. Ni Piñera podría hacer mucho con una sola oposición en el Congreso, en la calle, en los gremios y aún en el mismo Estado en las manos de más de cien mil personas, los saboteadores están en la calle doña Michelle, pero tampoco en un Guillier. La resistencia a la derecha en el Congreso y sobre las diferencias absolutas dentro de tan variopinta montonera, cada cual tironeándolo para su respectiva interpretación interpretación de Juicio Final. Por eso Guillier, si se tiene en cuenta que es probable que se sumen suficientes votos para ser elegido, también inevitablemente sumará infinitas disidencias y contradicciones paralizantes.

Otro modo de describir lo que viene es hablar de "larga crisis". No es exactamente lo mismo que parálisis, pero pertenece a la misma familia. La crisis es una variedad de parálisis definida por un hervor que no se alimenta ningún movimiento, la suerte de colisión en la cámara lenta que no termina nunca por el consumo, mientras que la inversa, es una variedad de crisis sin el hervor, fosca y Tumefacta mescolanza de inanidades e invalideces. Cifras se encuentran en esa condición alterna entre ambas etapas, pasando por los inmovilismos estériles e inertes como los años de Breznev en la URSS a las fases de conflicto de información también como los años de Yeltzin en la misma URSS. El mínimo común denominador de ambas es el letargo económico, el desaliento, la pobreza insoluble ya menudo, como se considera el caso de Venezuela, creciente y acelerada. Bienvenidos a Chile 2018-2021, el país de cero a la izquierda aunque gane la derecha.

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