miércoles, 17 de febrero de 2016

Fernando Villegas: "Cualquier carretonero de La Vega tiene más vueltas de la vida que yo"


viernes 02 de abril de 2004
Por Pablo Carrasco T.

A sus 55 años, Fernando Villegas sabe que la existencia es rutinaria y que, como en general le han pasado muy pocas cosas excepcionales, difícilmente podría protagonizar uno de los capítulos de "Las vueltas de la vida", el programa que conduce en Chilevisión y que inició a comienzos de marzo su nueva temporada.
"Qué podría decir. Podría hablar de los cambios de escritorio que he tenido y de mi computador. Desde niño me he pasado la vida en un balcón, observándola más que viviéndola. He estudiado en mi casa y en la universidad he hecho otros estudios sistemáticos. Cualquier carretonero de La Vega tiene más vueltas de la vida que yo", comenta.
El sociólogo y conductor de televisión, reconoce que está acostumbrado a la expectativa de encontrarse ante al agresivo y sarcástico personaje con el que el público lo identifica, pero afirma que esta imagen se derriba cuando este hombre alto y melenudo se revela amable -como hizo hace un tiempo frente al coro femenino de "Acoso textual"-, y se molesta en aclarar que no es el tipo severo y pretencioso que todo el mundo cree: "No le provoco susto a nadie", afirma.

-¿No hay nadie rescatable entre tus pares?

-Hay poco rescatable. Lo que pasa es que vivimos todos como cafiches de los genios científicos y artísticos que hacen que la vida sea vivible. Si sacas a esos tipos, en 20 años estaríamos agarrándonos a piedrazos como hombres de las cavernas.

-A propósito de peloteras, una muy reciente fue la de RN y la UDI, ¿qué te pareció?

-No he seguido esa estupidez, no me gustan las teleseries, no me interesa la política mucho. Ahí tienes un ejemplo clave de huevones insoportables y ambiciosos sin límite. A los políticos no los trago.

-Pero tienes que enterarte, porque con seguridad se hablará del tema en "Tolerancia cero".

-Por supuesto que tengo que enterarme de esas cosas, tengo que tener un mínimo de sapiencia. Pero, si fuera por mí, estaría en una isla, en el sur, en una cosa como ésta, pero sin saber de Piñera ni Allamand ni Lavín.

-¿Te atreverías de verdad a pegarle un combo a alguien o sólo estás exagerando?

-Así se hacía antes. Los caballeros no recurrían a un mierdoso abogado para presentar querellitas. Yo soy viejo, de esa época en que si los colegiales teníamos un problema lo resolvíamos a puñetes y los adultos, también.

-Es poco lo que tú sales de tu hogar...

-Salgo obligado por alguna diligencia o porque tengo que ir a la radio, pero si puedo, me quedo leyendo o escribiendo. Leo todo el día cuando no estoy escribiendo. Aquí me siento. Saco el culo de aquí cuando voy a almorzar o al baño. Del sillón a la silla, de la silla al water, o al auto, si tengo que ir algún lado.

-¿Lo haces porque te lo permite el oficio o porque prefieres vivir refugiado?

-Por todo. Si me gustara salir, saldría o andaría buscando pretexto para salir como hace casi todo el mundo. Se empiezan a desesperar en la casa, a ponerse nerviosos. Lo veo en mis hijas, que se sienten asfixiadas, ahogadas. Hay que salir. ¿Salir a qué?

-¿Ni por curiosidad antropológica ves teleseries u otros programas de TV abierta?

-La curiosidad tiene sentido cuando se enfoca hacia cosas que no conoces. ¿Tendrías curiosidad de releer un libro de matemáticas de primero básico? ¿Qué voy a ver? ¿El programa del Kike o de cualquier otro tipo? Ya sé cómo son esas cosas. Hay huevones gritando todo el tiempo, en estado de histeria permanente para mantener el rating, risotadas, lágrimas, minas...

-¿Qué te produce curiosidad ahora, entonces?

-El diseño y construcción de barcos de guerra de principios del siglo pasado. ¿Por qué me interesa? No te preocupes. Eso no lo conocía y lo estoy estudiando. Ayer me llegó un libro con la historia del desarrollo de los transatlánticos, de toda esta industria que desapareció. ¿Por qué me interesa? Sepa Moya.

-¿Siempre eres prejuicioso con quienes viven de manera distinta?

-No tengo prejuicios con gente que no conozco. Los tenía solamente con Eliseo, pero de los demás, no sé. Lo que canta Zalo Reyes tampoco me interesa, pero no tiene que ver con Zalo. Las personas tienen ciertas riquezas derivadas de las vicisitudes por las que han pasado. Lo que me gusta en el programa es llegar al corazón de las personas, lo que no significa ponerse amistoso, sino tratar de entender el resorte que las mueve y que las llevó a estar donde están.

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